Fueron invitadas las comparsas arroyitenses Sol Naciente y Oh Bahía y la referente de la localidad de El Tío, Arené Tiyú.
El pasado sábado 17, sobre la calle Espacio Cultural Lafaye, frente al Centro Vecinal y Cultural Enrique Brizio, la flamante comparsa Ohana despidió el Carnaval a lo grande.
La agrupación, cuya dirección general está a cargo de Graciela «Titina» Domínguez, había tenido un debut exitoso el sábado 27 de enero. Además, su paso por el cierre de Carnavales municipales, el lunes 12 de febrero, generó comentarios, tanto por la calidad de la puesta como por la imagen de su pasista, Camila Córdoba, quien hizo bailar al intendente Mauricio Cravero.
Ohana nació en febrero de 2017, aludiendo su nombre a la familia. Tiene como símbolo al colibrí, ave mensajera de la alegría, el amor y la belleza. La temática de este año es «Llegó la hora», representada por relojes presentes en casi todos los trajes de sus integrantes. Su potente batucada está dirigida por Martín Peralta y representa a los Aladinos que, con su magia, son los encargados del cierre del carnaval.
En la oportunidad, fueron invitadas las comparsas arroyitenses Sol Naciente –tradicional del sector norte, dirigida por Carlos Peralta- y Oh Bahía y la referente de la localidad de El Tío, Arené Tiyú. En dos pasadas –ida y vuelta-, sobre la última calle del Barrio Arcor, le llevaron a las más de 3.000 personas asistentes, la algarabía y la diversión de este acontecimiento, que parece recobrar su fuerza en nuestra ciudad.
Oh Bahía presentó la fortaleza de su batucada, los Robots Locos, que, en el mes de agosto, obtuvo el puesto número 16 a nivel nacional. En noviembre, por su parte, fue primera a nivel provincial en Oncativo y gloriosa con mayor puntaje en el regional de Los Gigantes de Villa Nueva.
Arené Tiyú desplegó la espectacularidad de su vestuario, bajo la temática Cuentos de carnaval, y recreó a princesas como Blancanieves, Cenicienta, Aurora, Sirenita y Jazmín, junto a la Reina de Corazones y Maléfica. Bailaron sus soberanas, saliente, Ángela Nana, y entrante, Marianela Vaca, al compás de los redoblantes de la Batucada A Todo Ritmo (ATR), cuyo director y la pasista, Azucena Barrera, se llevaron el premio del público al mejor repique.
Amenizando cada uno de los momentos y en el cierre bailable, estuvo Grupo Zafiro, que, con cumbias, cuartetos y pasodobles, invitó a bailar a todos los presentes.
El broche de oro de la noche fue el retorno de un ritual que hacía 25 años que no se realizaba en Arroyito. El muñeco más representativo del Carnaval, el Rey Momo, fue quemado y enterrado –bajo la atenta custodia de Bomberos Voluntarios de Arroyito- para, según reza la tradición, “dar paso a un nuevo comienzo” esperando la llegada de otro Carnaval.
Las imágenes son gentileza de Luis Arias Fotografía.