Con un promedio de tres días de estadías, la cantidad de turistas que se desplazaron en el país cayó un 27 por ciento, con respecto a Semana Santa.
El fin de semana extra largo, que empalmó los feriados del 17 (Paso a la Inmortalidad de Martín Miguel de Güemes) y 20 (Paso a la Inmortalidad de Manuel Belgrano – Día de la Bandera) de junio, resultó ser el mas flojo del año, evidenciando una caída de más del 27% en número de turistas y del 25% en gasto, con respecto a Semana Santa.
Los datos preliminares arrojados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), arrojó que el movimiento fue de unas 610 mil personas, que tuvieron un gasto diario promedio de $567. Lo que dio como resultado ingresos por $1037,6 millones para el sector.
El movimiento de turistas fue dispar, lo cual muestra un nuevo comportamiento a la hora de hacerse una «escapada» en medio de la coyuntura económica actual. Ante un fin de semana largo como el que termina hoy, los días de vacaciones comienzan a recortarse. Así mientras en tiempos pasados los argentinos aprovechaban para tomarse todos los días posibles, hoy la salida promedio es de tres jornadas y los destinos elegidos son cada vez más cercanos.
«Hay que tener en cuenta que el 20 de junio suele ser el menos convocante en materia turística, y este año influyó la coincidencia con el Día del Padre y la falta de dinero en muchas familias por la altura del mes», destacaron desde CAME cuando evaluaron la caída del turismo. «En 40 de las principales ciudades turísticas del país, las ventas minoristas vinculadas al sector fueron muy bajas, porque incluso en aquellas localidades con más movimiento, la gente controló excesivamente sus gastos» aseveraron miembros de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
Este fin de semana largo también tuvo otra característica en cuanto al movimiento en las ciudades, ya que en general las familias tomaron sus decisiones de viaje sobre la marcha y prevalecieron los turistas que pasaron el fin de semana con familiares, y fueron menos frecuentes aquellos que salieron a hacer turismo.
Otro comportamiento que comienza a destacarse en tiempos de bolsillos flacos, y que desde hace unos años viene en ascenso, es el turismo rural, es decir el desplazamiento hacia pequeñas ciudades del interior del país, donde predominan las actividades menos comerciales y más ligadas con el entorno natural.
Según un relevamiento de la Cámara Argentina de Turismo Rural (CATUR), este fin de semana la opción «rural» fue una de las modalidades más elegidas, siendo Santa Fe una de las provincias más seleccionadas, con una ocupación del 50 por ciento.
Allí los atractivos más importantes fueron Colonia Medici y su circuito ligado a la producción de leche, Esperanza y su interés como cuna de inmigrantes suizos y alemanes, y Moisés Ville y su relato ligado a la historia judía en Argentina.
«En localidades ligadas al circuito costero como Sauce Viejo, Santa Rosa de Calchines, Cayastá y San Javier la ocupación rondó el 60%, con actividades como la pesca deportiva y la naturaleza como eje», concluyó CATUR.
Fuente: Big Bang! News.