En Arroyito, también es furor el Pokémon Go

La Parroquia Nuestra Señora de la Merced y la Plazoleta José Bernardi (frente a la fábrica Arcor) son consideradas por el juego como “Poképaradas”.

Ayer se acabó la espera: finalmente Pokémon Go está disponible en Argentina. El juego ya puede descargarse oficialmente desde las tiendas de aplicaciones para celulares con Android (PlayStore) o para el iPhone (AppStore). También llegó a Brasil, Chile, Colombia y otros países de América latina. Su uso no tiene costo (más allá de que genera un consumo en el abono de datos del usuario). El entretenimiento que se convirtió en fenómeno masivo del hemisferio norte, arribó también a nuestra ciudad. Por ejemplo, tanto la Parroquia Nuestra Señora de la Merced como la Plazoleta José Bernardi (frente a la fábrica Arcor) son consideradas por el juego como “Poképaradas”.

Presente en más de 30 países, Pokémon Go aún no estaba disponible en Argentina de forma oficial; muchos usuarios habían descargado la aplicación de manera manual y, aunque funcionaba, se encontraban con que no había pokémones para cazar. Eso es lo que cambia ahora: el mapa de muchas ciudades nacionales (incluida Arroyito) se llenó de pokémones que es posible capturar y entrenar (y luego hacer luchar contra otros monstruos).

https://www.youtube.com/watch?v=xaYfD95IP4k

He aquí los requisitos mínimos que exige la aplicación:

Android

El requisito mínimo para un smartphone con el sistema operativo móvil de Google es que tenga la versión 4.4, también conocida como KitKat. También se puede instalar en los teléfonos con Android 5.0 Lollipop y Android 6.0.1 Marshmallow.

Sin embargo, no está disponible para Android N, conocido como Nougat, porque aún no tuvo un lanzamiento oficial de parte de Google.

Niantic recomienda que la pantalla tenga al menos una resolución de 1280 por 720 pixeles, y aclara que no está optimizado para tabletas. Y recomienda el uso de una buena conexión a Internet: Wi-Fi o 4G, aunque también admite un acceso móvil 3G.

Requiere el uso del GPS, una característica presente en casi todos los smartphones, y se recomienda que el equipo cuente con un giroscopio para aprovechar al máximo la experiencia de realidad aumentada al momento de capturar un pókemon.

iOS

Los modelos admitidos por Niantic son los modelos iPhone 5 o posterior, que cuenten con al menos la versión de iOS 8 o superior. Requiere de conectividad Wi-Fi, 3G o 4G, además del GPS.

POR QUÉ UN VIDEOJUEGO ES NOTICIA

Pokémon Go es un juego de realidad aumentada que retoma el videojuego (y la serie televisiva) que nació en Japón hace dos décadas. Permite a los usuarios la utilización de la cámara y el GPS del teléfono para la búsqueda de monstruitos (pokémones) en las calles de su ciudad. Un mapa muestra su ubicación, y hay que «descubrirlos» con la cámara, y luego capturarlos con un gesto del dedo sobre la pantalla del teléfono.

Debutó hace algo menos de un mes en Estados Unidos, y se transformó en un fenómeno masivo (y comercial) en todo el planeta. Tiene una mecánica sencilla y probada (la recolección inagotable de objetos, en este caso 150 de los 700 pokémones que existen), un factor de magia o maravilla (el pokémon aparece, en la pantalla del celular, parado en la calle por la que estamos caminando, en la mesa del living, en el pasto del jardín) y es parte de una bola de nieve social: mucha gente lo juega porque mucha gente lo juega. Es fácil de usar, es divertido, es social (se compite con otros jugadores y conocidos), recupera un elemento retro (los pokémones de hace 20 años) y tuvo la cuota de suerte necesaria: el juego Ingress, de la misma empresa desarrolladora y con una mecánica muy similar, no tuvo ni por asomo la notoriedad de su par.

Fue un éxito instantáneo: en las primeras semanas se comenzaron a ver, en las calles de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda (donde primero estuvo disponible), a los jugadores aprovechando las temperaturas veraniegas para cazar pokémones en cualquier momento y lugar, lo que también trajo trastornos: generó accidentes de auto, descubrió infidelidades y puso en peligro a jugadores que caminaban absortos desatendiendo su entorno.

Fuente: La Nación.

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