La marcha en zona céntrica y la reunión en el Salón de Bomberos con autoridades municipales, judiciales y policiales, juntaron cerca de 40 vecinos.
La semana pasada, vecinos de Arroyito opinaron vía Facebook, que había que manifestarse contra la inseguridad. El incremento de los robos domiciliarios, en especial aquel en el que tres delincuentes le sustrajeron dinero y golpearon a una madre que estaba con su hijo de dos años, impulsaron las constantes quejas de los usuarios en las redes sociales.
Entre los días jueves 29 de septiembre y domingo 2 de octubre se registraron al menos cuatro hechos delictivos que, por sus características, están relacionados, según lo informaron fuentes policiales. Varios allanamientos con resultados positivos arrojaron la recuperación de objetos robados y la detención de uno de los malvivientes.
Pero las novedades no detuvieron a quienes proponían expresarse en contra de este flagelo. En el grupo de Facebook “Quejate de lo que sea en Arroyito así nos enteramos todos”, la vecina arroyitense Vanessa Juarez convocó a una marcha en reclamo de seguridad para el jueves 6 de octubre. Las consignas serían “¡Basta de inseguridad! ¡Basta de oídos sordos! ¡Soluciones ya!”.
En la mañana del miércoles 5, la mentora de la protesta dialogó con la FM TOP 99.9. En momentos en los que se mantenía esa comunicación, el comisario Pablo Berardo llamó y pidió que, en vez de la marcha, se encontraran y le hicieran propuestas en el tema seguridad. La sugerencia, que cosechó opiniones positivas y negativas, luego fue aceptada por los vecinos autoconvocados.
El jueves a las 19:30, no más de 20 personas se acercaron, con algunas cacerolas y un megáfono, a la plaza céntrica. El grupo caminó detrás una bandera que rezaba “Por una ciudad segura”. En el trayecto, se fueron sumando algunos participantes más, completando un total de 30 asistentes, que recalaron en la explanada del edificio municipal. La convocatoria estuvo muy por debajo de las expectativas.
En el otro escenario, el Salón Bomberos, esperaba el jefe policial local. Estaba acompañado por: viceintendente, Graciela Tristany; secretario de Gobierno, Ignacio Cabello; jefe policial de Zona, comisario inspector Iván Bustos, y secretario de fiscalía, Hernán Bustos. A las 21:00 horas, Berardo recibió un llamado de Juárez, indicándole que los manifestantes de la plaza, no estaban dispuestos a reunirse con las autoridades. El comisario decidió entonces, que el encuentro se desarrollara con un número cercano a 10 vecinos, que habían llegado de manera particular al lugar, llevando sus inquietudes. Más tarde, varios de quienes habían estado en la marcha, también llegaron a la reunión. Terminaron siendo cerca de 30 ciudadanos.
Varios de los presentes pedían la presencia del intendente. Por lo cual, pasadas las 22:15, Cravero ingresó al salón (tras asistir a la inauguración de la señal HD de Canal 3) y se sentó para la recepción de propuestas y quejas. Los reclamos fueron diversos: denuncias de puestos de venta y consumo de drogas en espacios públicos; complicidad y corrupción policial; falta de presencia de la Seguridad Ciudadana, policías de infante (a pie) y patrullaje de móviles; funcionamiento de las cámaras de vigilancia; entre otros temas.
Si bien la mayoría del auditorio presentó sus inquietudes de modo respetuoso, no faltaron aquellos que gritaron y profirieron insultos, los cuales fueron repudiados por los demás. Entre las respuestas brindadas por los funcionarios se mencionan: posible asentamiento de un puesto de Gendarmería Nacional –prometido para el año 2017-; difusión del 0800 para denuncias sobre venta de estupefacientes; utilización de la aplicación para celulares WhatsApp, a efectos de que los habitantes de cada barrio estén conectados entre ellos y con la policía –la primera reunión al respecto será el lunes 17 de octubre, a las 16:00 horas, en el Salón Parroquial-, e incremento en la circulación de la Seguridad Ciudadana.
Lejos de ser multitudinaria, la marcha parece haberse quedado en meras intenciones virtuales. Tal vez, los arroyitenses, todavía no estén dispuestos a ponerle la cara y el cuerpo, a las preocupaciones que sí se animan a exteriorizar, teclado mediante. Un pedido de “seguridad” que quedó atragantado entre los datos móviles, el Wi-Fi y la comodidad de la silla ergonómica. Un grito que terminó en susurro.
Las imágenes son gentileza de Javier Arias.