Las obras de desagües pluviales que evitarían los anegamientos tienen un costo de $100 millones

Es el resultado que se desprende del estudio que elaboró la consultora hidráulica Ceas, a pedido del municipio.

La secretaría municipal de Obras Públicas realizó una valoración sobre las obras de desagües pluviales que nuestra ciudad necesita, para darle solución al problema de las inundaciones internas.

Desde el punto de vista de los drenajes urbanos debería dividirse la ciudad en dos sectores, al norte y sur de las vías del Ferrocarril Belgrano Cargas.

Al norte, tenemos una zona casi horizontal con una suave pendiente natural aproximada de sudoeste a noreste, pero que, al momento de proyectar el pavimento de la ciudad, se desestimó. Por tal hecho, se fue proyectando en función de las hondonadas del terreno natural y de las viviendas existentes allá por 1970, que es la fecha en la cual se realizaron estos proyectos. Justamente, a la hora de planificar los desagües, se priorizaron criterios más económicos que técnicos. Es decir, desde su concepción, estos resultaron insuficientes.

La proyección de drenajes y pavimentos siguiendo las hondonadas existentes en su momento, y la colocación conductos de diámetros inferiores a los necesarios, perjudicó a aquellos vecinos que viven próximos a las bocas de tormentas (sumideros).

En la actualidad existen colocados caños principales de 800 mm a 1000 mm de diámetro que van de sur a norte, por el medio de las calles San Martín, José A. Vocos, Rafael Núñez, Bernardo Erb, Nicolás Batalla y Rafael Bianchi y las José Boetto y Arturo Illia. La insuficiente capacidad de desagüe que tienen esos conductos, hace que haya zonas de la ciudad que se inunden con facilidad, inclusive con lluvias de baja intensidad. Por otra parte, los sumideros proyectados y sus conductos de vinculación a los troncales, también son insuficientes. Los sectores más afectados son aquellos coincidentes con la ubicación de los sumideros, es decir los puntos más bajos de la cuenca. Las viviendas que se encuentran próximas son las más afectadas, a las que el agua ingresa, o bien, es contenida por obras de protección hechas por los vecinos, que colocan cada vez que llueve o son definitivas.

En el sur el nivel natural de terreno tiene una marcada inclinación de oeste a este, por lo que el agua es conducida por sobre la calzada hasta salir de la zona urbana, donde los excedentes pluviales son captados por un canal a cielo abierto y, de allí, conducidos al canal del Arroyo de Álvarez, que la drena hacia el Río Xanaes.

En 2016, atenta a esta problemática de larga data, la actual administración municipal encargó a una prestigiosa consultora hidráulica, un estudio integral de la situación actual de los desagües urbanos de Arroyito. Se trata de Ceas, que ha gestionado los desagües urbanos de las grandes ciudades de Argentina, entre ellas Buenos Aires. Y no solo se le solicitó el estudio o diagnóstico de la situación, sino también la elaboración de un proyecto integral que permita ir resolviendo esta problemática de la manera más eficiente posible, vinculando criterios técnicos y económicos.

La primera etapa del estudio fue una de las más arduas, donde intervinieron profesionales y técnicos de la consultora, el municipio y externos. Aquí “se recolectaron todos los datos necesarios para la calibración de los modelos hidrológicos y computacionales, de tal manera, que puedan predecir el comportamiento real de la red de drenaje urbano en Arroyito. Una vez logrado este objetivo, se comenzó a trabajar con los modelos y a contrastarlos con la realidad”, dijeron desde la secretaría de Obras Públicas.

Además aclararon que “lo que agota la capacidad de conducción del agua de los caños principales es la intensidad de lluvia, y no tanto al cantidad de lluvia total precipitada. Es decir que es más nociva una lluvia de 35 mm en 30 minutos, que una tarde lluviosa de 100 mm en tres horas de duración. La intensidad de la primera es de 70 mm/hora y la de la segunda es de 33 mm/hora (menos de la mitad)”.

A todo esto, hay que sumar un agravante: cuando muchas de las bocas de tormenta ya no pueden evacuar más agua de la que reciben, su nivel comienza a levantar y, por desbordes, deriva a otras cuencas vecinas, cuyos sumideros y desagües nunca fueron diseñados para la recepción de esta masa de líquido extra y que, peor aún, ya están colapsadas por el agua de la propia cuenca. Tal es el caso del desagüe de Rafael Bianchi, que recibe agua de la cuenca del desagüe de Illia, situación que lleva a que los vecinos que viven sobre Bianchi tengan sus frentes anegados, por el agua que viene de la zona central.

Desde la cartera municipal también reflexionaron que “en base al diagnóstico, la pregunta que surge es: ¿cuál es la solución a la problemática?  En este punto, conviene aclarar que cuando hablamos de ‘solución’ no nos estamos refiriendo a una solución definitiva, ya que la obra que nos proteja de todos los  eventos climáticos resultaría muy costosa y técnicamente imposible. Entonces, la consultora, en base a su experiencia propia y de las otras ciudades en el mundo, y a criterios técnicos y económicos fijados por expertos, asumió que los nuevos desagües proyectados puedan mantener controlada el agua para cierto nivel de precipitación. Cuando nos referimos a controlada, estamos diciendo que el agua no se va a montar sobre la vereda. Y cuando nos referimos a precipitación hablamos de lluvia de diseño, que en nuestro caso es 60 mm/hora y de, al menos, 45 minutos de duración”. Estudios estadísticos elaborados por el Servicio Meteorológico Nacional, vaticinan que en nuestro medio, una lluvia de estas características puede ocurrir una vez cada cinco años.

En base a todo lo dicho y, de acuerdo a un exhaustivo análisis de equipo interdisciplinario de profesionales, las obras integrales consensuadas y programadas que surgen, son las siguientes:

Etapa 1:

  1. Colocación de dos conductos rectangulares de 1,50 x 1,00 m sobre calle Bartolomé Mitre, entre Av. Marcial Vaudagna y el cauce del Río Xanaes.
  2. Aliviador: conducto circular de vinculación de 800 mm desarrollado por Av. Marcial Vaudagna, entre el pluvial existente de calle José A. Vocos y un nuevo pluvial de calle Bartolomé Mitre. Se comienza a aumentar la capacidad del desagüe de José A. Vocos, desde Av. Marcial Vaudagna.
  3. Aumento de la capacidad del desagüe principal: colocación de un conducto adicional de 1200 mm de diámetro sobre calle Rafael Núñez entre Av. Marcial Vaudagna y calle Nicasio Yáñez. Favorece a la zona desde Nicasio Yáñez hacia el río y mejora parcial desde Nicasio Yáñez hacia Av. Mariano Moreno.
  4. En sintonía con el aumento en la conducción, ejecución de las obras para favorecer la captación: colocación de nuevos sumideros ventana tipo SV5, SV3, SV2 y remodelación de sumideros ventanas existentes, con sus correspondientes conductos de vinculación al conducto principal y las cámaras de empalme respectivas.

Etapa 2:

  1. Nuevo desagüe sobre calle B. Mitre: colocación de dos conductos rectangulares de 1,50 x 1,00 m sobre calle Bartolomé Mitre, entre Av. Marcial Vaudagna y calle Cristóbal Colón. Beneficio directo para la zona aledaña a calle B. Mitre desde Cristóbal Colón hacia el río.
  2. Aliviador: conducto circular de vinculación de 800 mm desarrollados por calle Nicasio Yáñez, entre el pluvial existente de calle San Martín y nuevo pluvial de calle Bartolomé Mitre. Aumenta la capacidad del desagüe por calle San Martín, y significa una mejora para la zona en general.
  3. Aliviador: conducto rectangular de vinculación de 2,00 x 1,00 m desarrollado por calle Cristóbal Colón entre los pluviales existentes de calle San Martín y calle José A. Vocos con nuevo pluvial de calle Bartolomé Mitre. Beneficio directo para la zona de Mariano Moreno hacia el río.
  4. Construcción de nuevos sumideros ventana tipo SV3 en los puntos que se encuentran indicados en el plano de drenaje general, con sus correspondientes conductos de vinculación al conducto principal y las cámaras de empalme respectivas.
  5. Construcción de obras de protección en los puntos de descarga al río.

Etapa 3:

  1. Aumento de la capacidad del desagüe principal: colocación de dos conductos circulares de 1200 mm sobre calle Rafael Núñez entre Av. Marcial Vaudagna y la desembocadura en el Río Xanaes. Beneficio directo para la cuenca que depende este desagüe.
  2. Prolongación de desagüe: colocación de un conducto rectangular de 2,00 x 0,60 mm sobre calle Pedro Navarro entre, Av. Ilia y calle Modesto Maranzana. Aliviador del desagüe de Ilia, que se traduce en beneficio para las cuencas que dependen de los desagües  de Illia y  Rafael Bianchi, y zonas aledañas, desde Antonio Ballatore hacia el río.
  3. Ampliación de desagüe: colocación de un conducto circular de 1000 mm por calle Deán Funes, entre Modesto Maranzana y la desembocadura en el Río Xanaes. Aumenta la capacidad del desagüe de Deán Funes, que actúa como aliviador de los conductos de Rafael Bianchi e Illia, traduciéndose en un beneficio directo para la zona.
  4. Nuevo desagüe: colocación de un conducto circular de 1200 mm por Av. Bernardi entre calle Tomás Juárez y Av. Marcial Vaudagna. Beneficio directo para la zona de Av. Bernardi  desde Antonio Ballatore hacia el río.
  5. Nuevo desagüe: colocación de dos conductos circulares de 1200 mm por Av. Bernardi, entre Av. Marcial Vaudagna y la descarga al río Xanaes. Beneficio directo para la Av. Bernardi  y zonas aledañas.
  6. Colocación de un conducto circular de 1200 mm por Av. Marcial Vaudagna entre Camino a la Tordilla y Av. Bernardi. Beneficio directo para la zona entre Eloy Fernadez y Av. Bernardi.
  7. Nuevo desagüe: colocación de dos conductos rectangulares de 1,50 x 1,00 m por calle Bartolomé Mitre desde calle Sarmiento hasta Cristóbal Colón. Beneficio directo para los vecinos sobre calle Mitre y zonas aledañas.
  8. Nuevo desagüe: colocación de un conducto rectangular de 1,50 x 1,00 m por calle Bartolomé Mitre desde calle 25 de Mayo hasta calle Sarmiento. Beneficio directo para los vecinos sobre calle Mitre y zonas aledañas.
  9. Aliviador: colocación de un conducto rectangular de 1,50 x 1,00 m por 25 de Mayo para la vinculación del conducto pluvial existente de José A. Vocos con el nuevo pluvial desarrollado por calle Bartolomé Mitre. Beneficio para la cuenca del desagüe de José A. Vocos, que también abarca parte del sector sur.
  10. Nuevo desagüe: colocación de un conducto circular de 1000 mm por calle Sarmiento desde calle San Martín hasta el nuevo conducto pluvial de calle Bartolomé Mitre. Beneficio directo para la zona central y las cuencas que dependen fundamentalmente de los desagües de José A. Vocos y San Martín.
  11. Nuevo desagüe: colocación de un conducto circular de 1200 mm sobre calle Rafael Núñez entre calles Vélez Sarsfield y Nicasio Yáñez. Beneficio para la zona delimitada por las calles Nicasio Yáñez,  Vélez Sarsfield, Sáenz Peña y Nicolás Batalla.
  12. Colocación de un conducto rectangular de 1,20 x 0,80 m por calle Vélez Sarsfield desde calle Bernardo Erb hasta calle Rafael Núñez. Beneficio para la zona delimitada por las calles Nicasio Yáñez,  Vélez Sarsfield, Sáenz Peña y Nicolás Batalla.
  13. Colocación de un conducto rectangular de 1,20 x 0,80 m por calle Bernardo Erb desde calle Sarmiento hasta calle Vélez Sarsfield. Beneficio para la zona delimitada por las calles Vélez Sarsfield, Av. Pagani, Sáenz Peña y Nicolás Batalla.
  14. Acompañando el aumento en la conducción, ejecución de las obras para favorecer la captación: construcción de nuevos sumideros ventana tipo SV3 en los puntos que se encuentran indicados en el plano de drenaje general, con sus correspondientes conductos de vinculación al conducto principal y las cámaras de empalme respectivas.
  15. Construcción de obras de protección en los puntos de descarga al río.
  16. Nuevo desagüe: colocación de un conducto rectangular de 1,50 x 1,00 m en la intersección de Av. Bernandi con canal paralelo a Ruta Nacional N° 19. Favorece al sector sur, por la zona delimitada por las calles Falucho, Almafuerte, Elmo Piatti y Av. Dalle Mura.

El costo total de su realización, a precios de julio de 2016, asciende a $75.505.284.

“Siempre es bueno saber dónde estamos parados y conocer hacia dónde vamos: por más que parezca una frase sin contenido, para nuestra ciudad este es un hito muy importante, ya que muchos sabíamos como estábamos en materia de desagües, pero pocos conocíamos hacia donde orientar de manera eficiente  las inversiones en desagüe. Podemos afirmar que hoy después de más de 30 años, en lo que respecta a drenajes, hemos encontrado un norte, tarea que no fue sencilla desde el punto de vista técnico y económico. Y es hacia ese norte, donde esta gestión dirige sus recursos humanos y económicos, con el anhelo de poder mantener operativa nuestra ciudad ante la mayor cantidad posible de eventos climáticos”, afirmaron desde el municipio.