Nota: Lic. Ignacio Cabello
Luego de que Unión por Córdoba modificara por enésima vez la ley electoral en estos veinte años que lleva de gobierno en la provincia como si fuese un traje a medida y sacar “ventaja” a sus adversarios políticos en las próximas elecciones del 12 de mayo, Cambiemos entró en una vorágine sumamente peligrosa.
Ya cuando el año pasado el ahora precandidato a gobernador Ramón Mestre asumió como presidente de la Unión Cívica Radical, dijo una frase que ahora toma preponderancia y parecería ser que ya avizoraba como una premonición la injerencia de la Casa Rosada en la elección de quien debería ser el candidato a gobernador por cambiemos en la provincia, dijo que el haría un “Cambiemos a la cordobesa”.
Y las circunstancias se dieron inexorablemente de esa forma, dado que la injerencia de Buenos Aires para decidir quien debería ser el candidato de Cambiemos en Córdoba partió nada más ni nada menos que de Balcarce 50, dirección de la Casa Rosada.
Así las cosas el denominado “Grupo Balcarce” encabezado por la formula Mario Negri, Héctor Baldassi, pre candidatos a Gobernador y vice, y Luis Juez y Alicia Migliore, como pre candidatos a intendente y vice de la ciudad de Córdoba, se lanzaron de lleno a la campaña proselitista.
Según trascendidos para brindarle apoyo a esta fórmula estarían llegando a nuestra provincia la gobernadora María Eugenia Vidal y la diputada nacional Elisa Carrió y también el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Y para terminar de describir la situación electoral, Mestre apostó fuerte por quien será pre candidato a Intendente en la ciudad de Córdoba con la Fórmula Rodrigo De Loredo- Alfredo Sapp. Tanto Mestre como De Loredo, también están en plena campaña electoral.
Pasando las cosas en limpio tendríamos una formula prácticamente radical y otra con la conformación de los partidos que integran cambiemos.
Ponernos hablar del centralismo porteño sería remontarnos a la historia de nuestro país como tal, en donde todo se “cocina” desde el puerto de Buenos Aires para el interior, y que sería tema de otra nota pero que hoy se hace plausible.
Sin lugar a dudas son dos buenos dirigentes que se disputan el poder provincial, tanto Mario Negri como Ramón Mestre tienen sobrados méritos para hacerlo.
Pero tanto en charlas de café como en el mismo comité de la UCR se escuchan voces de cómo no se puede llegar a un acuerdo entre ellos. Más teniendo en cuenta que el 12 de mayo los espera un gobernador-candidato con la tranquilidad de llegar sin sobresaltos a esas elecciones.
Es entonces cuando nos preguntamos que buscan los dirigentes cuando se embarcan en estos procesos internos. Si bien la democracia partidaria es buena, acá es cuando tendríamos que preguntarnos si los egos personales pesan más que la racionalidad.
El 17 de marzo fecha de las internas de cambiemos está a la vuelta de la esquina, la política es el arte de lo posible, hasta esa fecha todo puede suceder, y estaremos expectantes de los acontecimientos que tendrán a propios y a extraños en vilo.