Quo vadis Argentina

Parafraseando la frase de San Pedro cuando se encuentra con Jesucristo, de acuerdo a la tradición cristiana,  Pedro, al verlo, le pregunta: «Quo vadis Domine» (¿Adónde vas, Señor?) y yo me pregunto entonces  ¿Adónde vas Argentina?

En un mundo convulsionado no solo por los temas económicos, sino también por los religiosos y las diferencias entre los países y los nacionalismos exacerbados que impiden la igualdad entre los pueblos, nos encontramos nosotros.

Un país generoso que nació y creció  hasta  ser según los datos del Maddison Historical Statistics reveló que en 1895 y 1896 Argentina no era uno de los países más ricos, sino el número uno, con el PBI per cápita más alto del mundo.

 Realmente datos que nos dejan perplejos y sin explicaciones atendibles que nos digan porque hoy luego de tantos años de desaciertos, seguimos en un camino sinuoso que no logramos ver la recta final para salir de este atolladero en el que estamos inmersos.

Bombardeados por todos los medios de comunicación con información al instante,  la cotización del dólar al minuto, trasmitiendo hasta en vivo asaltos y asesinatos, nos encontramos nosotros, nuestros hijos, nuestra familia, sometidos a una tensión que no nos hace nada bien.

   Es entonces cuando nos tenemos que preguntar no solo filosofando sino siendo práctico y preservando nuestra salud mental, que hacer al respecto.

   Por supuesto que este es un tema para especialistas, solo me atrevo a opinar desde el sentido común y más que estar pendiente de las cuestiones económicas y  la cotización del dólar al segundo, que si bien  nos preocupan, tendríamos que centrar nuestras energías en los afectos y todas aquellas cosas que nos hagan crecer como personas y buscar en nuestro hacer cotidiano poder realizarnos como personas y buscar la felicidad.

   Esto último que pareciera ser algo idílico, tal vez nos lleve a que de apoco y con mucho esfuerzo podamos ir construyendo una sociedad más justa e inclusiva.

   En donde las apetencias personales de nuestra clase dirigente de una buena vez dejen de lado los egoísmos y personalismos que no conducen a nada y se pongan a trabajar en un proyecto de nación en serio, ese será el momento de encontrar la respuesta a la pregunta ¿Quo vadis Argentina?

Nota : Licenciado Ignacio Cabello