A las 19:00 horas de ayer 24 de marzo, un gran número de feligreses concurrió a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced para continuar recordando los momentos fundamentales de Semana Santa, la más importante para los cristianos.
La lectura de la Palabra y la homilía durante la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo estuvieron a cargo del Misionero Redentorista, Reverendo Oscar Alfredo Rodríguez, que dijo extrañar la presencia de Mons. Juan O. Vidotto por que «si estamos acá se debe a lo hecho por él, también por Padre Gabriel y Padre Marcelo». Además solicitó a los presentes, que recen por la salud del párroco emérito.
«Por eso, en esta noche del amor y del sacerdocio, debemos dar las gracias por todos los sacerdotes y orar por las vocaciones alentando a los jóvenes que quieren seguir a Jesús», continuó Padre Freddy.
«El lavado de pies que hizo Jesús es un gesto tremendo. Todo poder es un verdadero servicio. En la cena inolvidable, Jesús se puso a hablar diciéndoles ¨les doy un mandamiento nuevo, ámense los unos a los otros como yo los he amado¨, lo que quiere decir hasta dar la vida, un amor que se entrega totalmente. Este es un mandamiento que debe sumergirnos en un amor de manera afectiva queriéndonos y expresando el cariño, como lo hace Su Santidad Francisco, que besa a un niño y abraza a un hombre», cerró su prédica el cura misionero.
A continuación, el Vicario Parroquial, Presbítero Marcelo Cereda, fue el encargado de llevar a cabo el lavatorio de los pies, como es tradición, en conmemoración al simbólico gesto de Jesús para con sus apóstoles. En este caso los elegidos al azar, fueron los primeros 12 feligreses que ingresaron al templo para participar de la celebración, y que fueron sorprendidos con la propuesta de ser parte de este representativo ritual.
Sobre el final de la misa, se produjo la Adoración solemne hasta la medianoche.
Cabe destacar que, realizando la misma ceremonia, que por primera vez tuvo lugar fuera de Roma, Papa Francisco lavó y besó los pies derechos de 12 refugiados: cuatro nigerianos católicos, tres mujeres eritreas coptas, tres musulmanes de Siria, Pakistán y Malí, un indio de religión hindú y una voluntaria italiana católica que trabaja en la cooperativa social Auxilium.
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Fotos: Natalia Marchisoney, para El Arroyitense.