PIDIÓ VER EL CAJÓN DE SU MARIDO FALLECIDO EN 2012 Y HALLÓ SEPULTADA A OTRA PERSONA
Luego de tres años de visitar la tumba de su esposo, una mujer se dio con la triste noticia de que le estaba dejando flores a una persona que no era su marido. Ocurrió en el Cementerio Jardín del Oeste de Morteros. Hace unos quince días, un sepulturero se acercó a la viuda y le dijo que creía que el féretro de su esposo, un reconocido dirigente de la localidad -del cual se preserva la identidad- no se hallaba enterrado allí donde lo aseguraba la lápida, sino en la tumba de al lado, bajo otro nombre. Ante esa información, la mujer inició los trámites administrativos en la Municipalidad de Morteros para lograr que la autorizaran a desenterrar el cajón para poder ver si llevaba la “chapita” que correspondía con el nombre de su esposo fallecido. Los familiares se contactaron además con el intendente, Horacio Pastore, para comunicarle las sospechas. Pensando que eran sólo rumores, el mandatario municipal acudió a los Tribunales de Morteros para asesorarse sobre los pasos a seguir. A pesar de la feria judicial, habló con el juez y el fiscal de turno y como no se trataba de una exhumación, ni siquiera de un pedido de reducción de restos, sólo de verificar si era el féretro de su marido debidamente identificado, Pastore terminó dando la autorización para que fuese desenterrado el jueves pasado. Allí la sorpresa cuando vieron que el féretro que se encontraba bajo la lápida del reconocido dirigente no era aquel reforzado y oneroso que había pagado hacía tres años la viuda. “Era otro más económico, que se había destruido con el paso del tiempo y dejaba ver los restos de una persona vestida con otras ropas, que ella aseguraba no eran las de su esposo fallecido”, relató el intendente Pastore. Según informó el diario “Regionalismo en Línea” -que difundió la noticia el fin de semana-, la mujer sepultó a su marido el 15 de febrero de 2012. “A partir de esta situación y la creencia que ha habido un error, es que se solicitará a la familia del fallecido de al lado, poder desenterrar su féretro. No se trata de una exhumación, sino simplemente ver si es el cajón reforzado que la mujer compró hace tres años y si lleva la “chapita” con el nombre de su esposo”, precisó el mandatario municipal. El problema podría generarse si la familia del fallecido “vecino” se opone a que se realice un movimiento de tierra en la tumba que pertenecería -según la lápida- a su pariente. “Creemos que pudieron haberse intercambiado las lápidas, porque al cuerpo hallado al desenterrar el féretro le faltaba una pierna, y justamente la persona enterrada al lado, que era un hombre de bajos recursos, tenía esta característica física”, explicó el intendente municipal. “El pedido a la familia de la tumba “vecina” se iba a realizar el viernes, pero como estaba ausente el asesor legal municipal, preferimos esperar hasta mañana lunes (por hoy) para ponernos en contacto y solicitarles poder desenterrar el cajón. Esperemos que nos den la autorización, porque en el caso que se nieguen, habrá que seguir los pasos legales correspondientes ante la Justicia para poder comprobar si el cuerpo que buscamos está enterrado al lado o no”, señaló Pastore. Fuente: Gabriela Yalangozian, para La Mañana.