El dirigente Luis Morán señaló que la medida obedece a “la falta de compromiso social y mezquindad que están demostrando” los empresarios.
Tras protagonizar ayer miércoles 8 de junio a la tarde una masiva movilización en Buenos Aires frente a la sede de las cámaras patronales, en reclamo de una mejora salarial, la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) -donde está englobado el sindicato STIA-, anunció para todo el país un nuevo paro de dos horas por turno para el viernes 10 de junio y otro de cuatro horas por turno para el lunes 13. Las empresas de la actividad alimenticia emplean a unos 100 mil obreros a nivel nacional, y tres mil de ellos están en Arroyito.
El gremio retomó su plan de lucha tras vencerse el lunes 6, la conciliación obligatoria sin un acuerdo entre las partes.
Ya el lunes 6 a la noche, STIA Filial Arroyito había empezado con los bloqueos en las porterías de Arcor y Dulcor, evitando el ingreso y egreso de camiones. El Fiscal José Argüello interpuso desde ayer miércoles 8 a la mañana una orden de desalojo a pedido de Arcor, que fue acatada por los sindicalistas antes de dirigirse a la protesta nacional.
La FTIA reclama una mejora acorde a la pérdida del poder adquisitivo producto de la devaluación y el tarifazo realizado por el gobierno de Mauricio Macri, y rechaza por ser “insuficiente ante las acuciantes necesidades de los trabajadores” el ofrecimiento del sector empresario: 30% de incremento en tres cuotas (un 17% retroactivo a mayo, un 8% en noviembre y un 5% en enero de 2017).
El dirigente Luis Morán afirmó que la medida obedece a “la falta de compromiso social y mezquindad que están demostrando” los empresarios, y adelantó que las acciones de fuerza seguirán “hasta que comprendan que no pueden especular con los salarios de los trabajadores y empujarlos hacia la pobreza”.
Por su parte, el secretario general de STIA Filial Buenos Aires, Rodolfo Daer, señaló que el costo de vida viene subiendo con fuerza desde noviembre pasado, con una aceleración en los últimos dos meses por el incremento en las tarifas de luz, gas, agua y transporte, entre otros servicios.
“El ajuste lo tienen que pagar los grandes formadores de precios”, expresó y agregó que “la política económica está dañando a los sectores populares. Están perdiendo poder de compra los sectores medios, los asalariados, los jubilados y los profesionales”.
El gremialista arroyitense Nicolás Quiroga fue uno de los 40 representantes locales presentes en la multitudinaria protesta de la Capital del país, de la que participaron seis mil personas. «Fue la movilización más grande de los últimos años. Todas las provincias estaban representadas», dijo y resaltó que los medios no cubrieron la marcha, que recorrió diez cuadras céntricas de Buenos Aires.
A su regreso, los sindicalistas de nuestra ciudad se reunieron en asamblea para el establecimiento de los detalles de las medidas de lucha.
«Ya se llegó a un límite. [Los empresarios] Han tenido tiempo de reflexionar y no lo han hecho. Estoy completamente seguro de que ningún trabajador aceptaría un 30% en tres cuotas», expresó Quiroga.
Fuentes: noticiasgremiales.com / conclusion.com.ar