Utilizando inhibidores de alarmas, sustrajeron el maletín de un vehículo, en el centro de San Francisco.
Cuando el comisario Pablo Berardo y los efectivos locales volvían de los allanamientos vinculados al robo de la camioneta de Juan Reyna, fueron alertados de manera telefónica, del hecho delictivo que ocurrió en San Francisco.
Había sido damnificado Alberto Bono (73), propietario de una empresa de aquella ciudad. Utilizando inhibidores de alarmas, le sustrajeron un maletín con $510.000 de su vehículo, en el centro de la capital departamental San Justo.
Personal de investigaciones de San Francisco observó cámaras de seguridad, identificó el vehículo de los ladrones (una camioneta Peugeot Partner blanca) y se generó un operativo cerrojo. Participaron la comisaría de Arroyito, la policía Caminera y todas las dependencias de la Ruta Nacional Nº 19: El Tío, La Francia y Devoto. «Fue un operativo bastante bien organizado», consideró Berardo.
Se logró la detención del vehículo en Arroyito, frente a la fábrica Arcor, sobre la ruta, en intersección con Av. Illia. Se secuestraron el rodado, el dinero, los inhibidores, el GPS y los celulares. También se capturó a los implicados: el conductor era Eduardo Santillán (37), acompañado por Salvador De Turris (40), ambos domiciliados en la ciudad de Córdoba.
Los billetes estaban acondicionados en la puerta del acompañante y en la parte frontal interna del vehículo, por lo que hubo que desarmar casi en su totalidad ese sector de la camioneta.
«Nadie se lleva los laureles en situaciones como éstas. El objetivo es restituirle el bien sustraído a la gente, y en estas dos situaciones se logró», dijo el jefe policial, en referencia a los distintos operativos generados en pocas horas.
