El día que murió Videla ella «se emborrachó» y gritaba «¡ha muerto el último patriota!», relató Victoria durante la primera jornada del juicio por el crimen de su madre. Durante el proceso, los hijos de la fallecida siempre defendieron al padre, el único acusado.
«Mi madre era una mujer alcohólica, violenta producto de su adicción. Tenía una personalidad dominante», aseguró la hija de Sandra Martín (56) al atestiguar esta mañana en el juicio contra su padre por la muerte de la mujer.
La hija de Sandra -cuyo cuerpo fue hallado sin vida hace un año en una casa de calle Larrea 2129- aseguró además que no podía confiarle a su madre el cuidado de sus nietos. «Tenía temor de dejarle mis hijos, ella tenía comportamientos violentos, contestaba mal y era agresiva con la gente», describió.
Tal era su adicción que además, la joven declaró que Sandra combinaba «pastillas con alcohol etílico» y otras veces «jugo de naranja con alcohol etílico».
Como más efectos de su adicción, recordó que su madre decía que la casa que compartía con su marido era «una dictadura» y decía que «ella era la dictadora».
La testigo contó que el día que murió el ex dictador argentino Jorge Rafael Videla (el 17 de mayo de 2013) Sandra «se emborrachó» y gritaba «¡ha muerto el último patriota!».
Asimismo, la testigo señaló que la vida de su padre no era fácil al lado de Sandra, que ella era la responsable de que dejaran una casa en Arroyito porque sostenía que «había espíritus malignos».
También que por su situación, Campos perdió varios empleos, entre ellos, uno de 20 años en la planta de Arcor, en Arroyito.
En el juicio oral y público en el banquillo de los acusados está sentado el viudo, el remisero Jesús Campos (52), imputado como supuesto autor de «homicidio calificado por el vínculo».
Durante la investigación, los tres hijos del matrimonio Campos-Martín se mostraron defensores de su padre sosteniendo la hipótesis de un pacto suicida y rechazando la de un homicidio.
El juicio podría terminar el miércoles
Campos, que permanece detenido en la cárcel de la ciudad de San Francisco, es juzgado con jurados populares y un tribunal con tres jueces técnicos presidido por el vocal de la Cámara del Crimen, Alejandro Acuña.
La defensa del acusado está a cargo del abogado Héctor Flores, quien intentará un cambio en la imputación a «homicidio simple», siendo que la acusación que pesa sobre su defendido establece como única pena la condena perpetua.
Está previsto que declaren tres testigos, entre ellos los hijos de la pareja y otras personas que conocían a ambos.
En tanto que mañana será el día en que declaren los peritos oficiales y de parte, y se especula que el miércoles se escucharán los alegatos y se conocerá el veredicto.
La estrategia de la defensa
«La expectativa que tenemos es la de presentar un juicio donde se va a conocer la situación de Jesús Campos. Se sabrá lo que vivió hasta el momento del incidente que terminó con la vida de su mujer», dijo el penalista Flores a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Además, con la presencia de los médicos «plantearemos una estrategia que es la de demostrar que Campos al momento del hecho no comprendía la criminalidad de sus actos», siguió el abogado, que se apoyará en los resultados de las pericias.
«Los médicos intervinientes instalaron esa posibilidad, con el resto de las pruebas incorporadas en el expediente dan cierto margen como para plantear esto», agregó.
El defensor adelantó que desde un primer momento va a solicitar un cambio en la carátula de la causa que fue investigada por el fiscal de Delitos Complejos Bernardo Alberione. «En la presentación vamos a pedir que a mi defendido se lo acuse como presunto autor de homicidio simple», confirmó.
El caso
El homicidio de la mujer se descubrió cuando Campos se presentó en la madrugada del domingo 14 de octubre de 2018 ante las autoridades de la Departamental San Justo informando que le había dado muerte a su esposa y que había convivido tres días con su cadáver en la vivienda de barrio Catedral, donde ambos residían.
Una comisión policial se hizo presente en la casa y constató que sobre la cama matrimonial yacía sin vida el cuerpo de la señora.
El imputado informó que la muerte de la mujer era producto de un pacto suicida entre ambos y que él había intentado sin éxito quitarse la vida.
El matrimonio era oriundo de Arroyito y hacía poco tiempo que residía en nuestra ciudad. Los vecinos los describieron como amables y muy agradables en el trato.
Fuente: La Voz de San Justo