Se trata de Adrián Baturín. El evento comenzó el domingo 27 de agosto y se extenderá hasta el 10 de septiembre, en Nanjing.
La Confederación Argentina de Patín viajó a los World Roller Games (Juegos Mundiales del Patín) de Nanjing, una ciudad de más de ocho millones de habitantes, que queda a unos 300 kilómetros de Shanghai, una de las grandes capitales chinas. El campeonato comenzó el domingo 27 de agosto y se extenderá hasta el 10 de septiembre. Para mantenerse en lo más alto, el Comité Nacional de Patín Artístico de la CAP confeccionó una nómina de 31 patinadores para conformar la Selección participante. El profesor de Patín Artístico del Club Deportivo y Cultural Arroyito, Adrián Baturín, participará en la categoría inline, es decir, los famosos «rollers».
Adrián contó que es su noveno campeonato de este tipo, habiendo participado en 2003 en Argentina, 2004 en Estados Unidos, 2005 en Italia, 2007 en Australia, 2013 en China, 2014 en España, 2015 en Colombia y 2016 en Italia.
Con respecto a su preparación detalló que entrena todos los días, con Favio Sisterna y Susan Nocelli; además por videoconferencia ejercita con Elisabeth Martin Mora de España y vicepresidente de Wifsa (entidad que fiscaliza las competencias y patinadores de la modalidad on line).
Sobre las expectativas para este nuevo reto, el profe asume que “este año tengo un enfoque más estudiado y seguro que años anteriores, no busco una medalla sino hacer las cosas bien, ya que como siempre digo las medallas se ganan en cada entrenamiento, en los campeonatos sólo pasás a retirarlas”.
Sus inicios
Adrián recordó que comenzó con esta disciplina a los dos años, después de ver en la televisión un campeonato mundial de patín sobre hielo que lo impactó. Y a falta de patines, se ató a sus pies los vagones de un trencito de juguete. “No saben lo feliz que fui al sentir la sensación de poder deslizarme por toda la casa sin necesidad de tener hielo”, le comentó a El Diario del Pueblo.
Los deslizadores improvisados de Adrián no duraron mucho, y fue ahí cuando, teniendo en cuenta la pasión que sentía por el patinaje, sus papás decidieron regalarle sus primeros patines.
“No podía ni pararme sobre los nuevos patines, eran algo totalmente diferente a los vagoncitos, pero con práctica pude domarlos como el mejor”, sostiene.
De un lado para el otro, Adrián realizaba sus prácticas dentro de la casa, y cuando tuvo más confianza recorrió el barrio en sus patines. Sin embargo la rutina se volvió monótona y comenzó a aburrirse del patinaje. Hasta que una compañera del colegio realizó una exhibición: “Yo no podía creer lo que estaba viendo. Patinar era mucho más de lo que yo hacía que era ir siempre para adelante y con un poco de suerte para atrás…”.
Así fue como Baturín les planteó a sus padres que quería tomar clases de patín. Con mucho esfuerzo pudieron comprarle los elementos que necesitaba y así comenzó su aprendizaje. Tenía 14 años. Un año después ya estaba compitiendo en una de las categorías más bajas, y hoy integra el seleccionado argentino por novena vez.