«En el cajón de los repasadores»

El profesor licenciado Mariano Acosta establece en esta columna su postura sobre el tema del aborto.

El profesor licenciado Mariano Acosta deduce que el tema del aborto «es del ámbito del cajón de los repasadores (poco importante) en épocas electorales, pero siempre útil para desviar la atención en momentos de dificultad». En esta columna establece su postura sobre el tema, pero también eecha luz sobre lo que está detrás del debate hoy:

El artículo 86 inciso 2º del Código Penal establece que el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada, no es punible bajo dos supuestos: “1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios. 2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”. Así está dispuesto desde 1921.

En el año 2012, y por unanimidad de sus miembros, la Corte Suprema de Justicia de la Nación precisó el alcance del aborto no punible [que no merece castigo] y estableció que todas las mujeres tienen derecho a realizar esta práctica si el embarazo resultara de una violación, y no sólo en caso de discapacidad mental. Hasta ese momento era común la interpretación judicial que para ser no punible el aborto, el embarazo debía ser producto de una violación a una mujer con discapacidad mental.

Además, el fallo de la Corte Suprema de Justicia, a los fines de garantizar el cumplimiento de lo dispuesto en el Código Penal, dispone:

  • que los médicos en ningún caso deben requerir autorización judicial para realizar esta clase de abortos, debiendo practicarlos requiriendo exclusivamente la declaración jurada de la víctima, o de su representante legal, en la que manifieste que el embarazo es la consecuencia de una violación.
  • que los jueces tienen la obligación de garantizar este derecho y que su intervención no puede convertirse en un obstáculo para ejercerlo, por lo que deben abstenerse de judicializar el acceso a estas intervenciones, las que quedan exclusivamente reservadas a lo que decidan la paciente y su médico.
  • que se deben implementar y hacer operativos protocolos hospitalarios para la concreta atención de los abortos no punibles a los efectos de remover todas las barreras administrativas al acceso a los servicios médicos y a disponer un adecuado sistema que permita al personal sanitario ejercer su derecho de objeción de conciencia sin que ello se traduzca en derivaciones o demoras que comprometan la atención de la requirente del servicio.

Fuera de lo que dispone el artículo 86 inciso 2º el aborto es ilegal, existiendo en el Congreso Nacional proyectos que proponen su despenalización parcial o total, a los que se le suma la iniciativa promovida desde la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito para presentar por séptima vez al Congreso un proyecto de ley que han llamado “Interrupción voluntaria del embarazo”.

Existe legislación desde 1921, la Corte Suprema de Justicia de la Nación avanzó definiendo con claridad el alcance de esa norma, existen proyectos de ley que promueven la despenalización parcial o total del aborto presentados en el Congreso de la Nación, será la séptima vez que las agrupaciones sociales nucleadas en la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentarán su propio proyecto. Sin embargo, lo que hizo que el tema se instalara con renovada fuerza en la agenda legislativa, las charlas de familia, las redes sociales es la decisión del Gobierno Nacional de permitir el debate parlamentario, algo que no había ocurrido hasta ahora.

Podríamos considerar varios aspectos de este tema. Pero quisiera concentrarme en uno. Una de las obligaciones de los partidos políticos es presentar, al momento de las elecciones su plataforma electoral; la plataforma es un documento público que debería contener los principios, los programas y las bases de acción de las agrupaciones políticas que participan en una elección. A mí me gusta pensarlas como una especie de contrato que obliga a un partido con sus votantes, ayudando a definir y madurar el voto.

Aún hoy podemos acceder en la página web de la Cámara Nacional Electoral a las plataformas electorales que los partidos presentaron para las elecciones del año pasado. ¿Qué dicen? Generalidades, vaguedades y rarezas. En honor a la verdad no alcancé a leer las 145 que se publican, me bastaron unas cinco para no encontrar nada sobre el aborto. Al menos no en los partidos mayoritarios. En la pasada campaña electoral tanto Cristina Fernández como Esteban Bullrich asumieron una posición contraria a la despenalización del aborto, pero se reducen a expresiones personales, no a una postura de los espacios que representan.

Consecuentemente podríamos deducir que el tema del aborto es del ámbito del cajón de los repasadores (poco importante) en épocas electorales, pero siempre útil para desviar la atención en momentos de dificultad.

Un verano caliente, con una economía que no despega y atormenta a los sectores populares donde el consumo no despega. Un déficit fiscal que no deja de crecer y funcionarios con inversiones millonarias en paraísos fiscales. Ese es el panorama previo de la decisión de habilitar el debate sobre la legalización del aborto.

Estoy en contra del aborto, ya había adelantado mi postura en una columna anterior. No es posible “interrumpir” una vida. De la misma manera que los partidos políticos deberían asumir claramente su postura ante el electorado sobre estos temas, las organizaciones que proponen el aborto deberían llamar a las cosas por su nombre. No existe la interrupción del embarazo, es fin de la vida. Así, sin atajos ni especulaciones comunicativas.

 “¿Cómo puede ser que en más de 10 años ninguna de estas «organizaciones» ha denunciado UNA MUERTE por aborto en Argentina? Todos los días tenemos un femicidio, ¿cómo puede ser que JAMÁS tenemos una muerte por aborto?, se pregunta la periodista Rosa Bertino.

El gobierno que hoy habilita esta discusión, al igual que el que lo precedió y el que precedió a éste (y así hasta 1853) ha hecho poco y nada por un sistema de adopción que funcione razonablemente. De esto se habla poco y se hace menos.

Estoy de acuerdo en que hay que visibilizar y sacar del silencio esta realidad, de manera integral, con estadísticas confiables, sin maniobras distractivas y sin descalificaciones de argumentos ni personas.

Prof. Lic. Mariano Oscar Acosta

Foto: lacapital.com.ar