Un profesor de Tecnologías de la Información y la Comunicación y sus alumnos del Cenma Nº 60 de esa localidad, realizaron el trabajo de investigación.
“¿Quién no quiere ser feliz?” se preguntaron el profesor de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Tics), Fabián Ceballos, y sus alumnos del Cenma Nº 60 de Tránsito. La respuesta para este interrogante se vio reflejada en un trabajo de investigación llamado “Medición de la percepción de Felicidad en Tránsito”, publicado hace algunas semanas.
“El informe aborda el análisis de indicadores de bienestar individual-personal, orientado a entender mejor las actitudes, opiniones y comportamientos de los habitantes de Tránsito relacionados puntualmente con la felicidad y la satisfacción personal con la vida. Se buscó indagar de manera exploratoria, es decir, sin el objetivo de explicar comportamientos sino más bien de describir un estado de situación cuyas principales características serán objeto de futuras investigaciones específicas, las conceptualizaciones que las personas tienen respecto de la felicidad, razones por las cuales manifiestan estar felices o no y niveles de satisfacción personal en general y en diferentes aspectos de la vida. Asimismo, estas dos dimensiones fueron analizadas a la luz de variables tales como género, edad, situación de pareja, empleo, nivel de ingresos, entre otras, para encontrar posibles correlaciones que contribuyan a entender mejor el bienestar subjetivo de la población” puede leerse en el pormenorizado texto. Según el Censo Nacional de población y hogares 2010, la vecina localidad tiene 3185 habitantes –1571 Varones y 1614 Mujeres-. En el mes de junio de 2016, se relevaron 215 casos, mediante encuestas personales y domiciliarias realizadas a vecinos mayores de 16 años.
Si bien encontraron una importante dispersión en las palabras mencionadas (lo que refleja la multidimensionalidad del término) destacan que el eje principal giró en torno a la familia (45,1%), el amor (10,2%) y los hijos (9,3%). En la mención de estas tres palabras coincidió un 64% de los encuestados.
Frente a la consulta sobre si “resulta posible alcanzar la felicidad en la vida”, los encuestados se manifestaron de manera positiva en un 97%, no dejando dudas al respecto. Cuando se los indagó respecto a cómo influye la localidad sobre la persona y sobre su nivel de felicidad, el 67% de los encuestados afirmó que vivir en Tránsito, lo hace feliz o muy feliz, mientras que un 22% dijo que el pueblo no influía sobre su situación respecto a la felicidad. Por su parte, un 9% aseveró que el vivir en el pueblo lo afectaba de manera negativa respecto a la felicidad.
El 88% de las personas contactadas afirmó sentirse feliz (el 47% dijo que está muy feliz) mientras que sólo 12% expresó sentirse poco feliz.
Cuando se compara la situación entre varones y mujeres se evidencia una relativa mayor felicidad entre ellas.
¿El dinero no hace a la felicidad?
Con respecto al nivel de ingresos, destacan que el 83% de los encuestados presentan ingresos por debajo de los $12.000. A menor nivel socio-económico, existe una mayor proporción de personas que se auto declaran felices. Asimismo, los encuestados que manifestaron “no ser muy felices”, en un porcentaje mayor al resto (29%), son los que presentan niveles de ingresos entre los $18.000 a $25000. Esto convalida (en Tránsito) lo que dice el refrán, que “el dinero no hace a la felicidad”.
¿Qué hace felices a los transitenses?
En el estudio indagaron las razones (manifestadas de manera espontánea) que hacen felices a los habitantes de la localidad. Al preguntarle a los encuestados sobre los motivos por los que se consideran felices, casi cinco de cada 10 personas dijeron que la familia es el motivo de su felicidad. Ahora si a estos les adosaran los que también mencionaron a los hijos, nietos, sobrinos, novia/o y a los amigos, este porcentaje treparía por sobre el 60%. Un 10 % de los encuestados manifestó que su felicidad se debía al amor. El 1,5% encuentra su felicidad en las vacaciones y/o los viajes. Solo uno de los encuestados dijo que encuentra su felicidad en el dinero. Y solo uno también dijo que la felicidad radica en la soledad.
Reflexiones finales
“El estudio revela que la felicidad y la satisfacción personal son dimensiones muy importantes en las actitudes humanas y que las personas se posicionan frente a la vida de manera positiva, más allá de las circunstancias particulares que les toque vivir. Esto queda expuesto cuando se analiza la percepción de felicidad respecto al nivel de ingreso. Las diferencias encontradas según género, edad, nivel socio-económico, relaciones, entre otras, no son más que un indicativo de que la felicidad depende de múltiples dimensiones, todas las cuales inciden en el bienestar percibido (subjetivo) de las personas. Resulta destacable que las personas más jóvenes perciben un mayor nivel de insatisfacción que las personas mayores, que alcanzan un nivel pleno de satisfacción. Un análisis más profundo de los encuestadores lleva a relacionar este resultado con el grado de tranquilidad que se percibe en el pueblo y que las personas mayores lo destacan como una cualidad de la localidad, mientras que los más jóvenes lo observan como una carencia de diversión. La familia y los lazos interpersonales dan una idea importante en la sociedad de Tránsito, a punto tal que es `familia´ el concepto que más relacionan con la felicidad. Por otro lado, los ingresos monetarios no son un parámetro que parezca influir sobre la felicidad, al menos en el campo analizado (Tránsito). Si hemos notado, que las personas que profesan alguna religión muestran ser más felices que las que no. Vivir en el pueblo, parece ser unos de los factores que acrecientan la percepción de la felicidad de los transitenses, cultivar e incrementar esa percepción es el desafío de las instituciones del medio, con el fin de fortalecer el sentido de pertenencia de la comunidad. Las personas felices, cultivan una actitud positiva y no enfrentan los desafíos de la vida en soledad, sino que lo hacen de manera compartida. Por ello es que una sociedad para promover la felicidad de sus habitantes debe sin dudas favorecer el desarrollo de vínculos de calidad entre las personas”, concluye este completo estudio.