Mi nombre es Camila.
En 2016 me diagnosticaron Insulinoresistencia. El Dr. que me atendía en ese entonces, me hizo eliminar por completo las harinas, me mandó a hacer urgente actividad física (aunque yo hacía en ese entonces caminata nomás) y me medicó con Metformina Clorhidrato 1.000mg: ½ antes del almuerzo y ½ antes de la cena. Asimismo empecé a cambiar mis hábitos pocos saludables con restricción total en la comida, actividad física y medicación. Seguí con los controles y logré bajar de peso y mis niveles de insulina y glucemia.
En Febrero de 2019 tuve un desmayo por hipoglucemia. Cambié de doctor y empecé con una doctora super agradable y comprensible. Me explicó que las dietas restrictivas duran poco y no son buenas y que en cambio los hábitos saludables son para siempre. Me quitó la Metformina Clorhidrato 1.000mg de manera urgente y me dijo que continuara con el Gimnasio y nutricionista.
El Gimnasio nunca me agradaba hasta que mi Dra. y mis profes me explicaron y enseñaron qué impacto tiene concretamente la realización de fuerza con la insulinoresistencia, sus beneficios y cómo el tener buenos hábitos (comer conscientemente y asistir regularmente al gimnasio) puede beneficiar y reemplazar un medicamento.
Hace un año no tomo más Metformina y puedo decir indudablemente que se debe a la actividad física regular que realizo en el gimnasio dos veces a la semana. Siempre acompañado de buena alimentación y aprendiendo que esta combinación (gimnasio y comer saludablemente) es mucho más rendidor y me hace sentir mucho más feliz que tomar medicación.
Actualmente mis niveles de glucemia e insulina están en los parámetros normales. El gimnasio no sólo contribuyó a todo eso, sino que también trajo acompañado una satisfacción física y psicológica de la cual quiero sentirla el resto de mi vida.
Finalmente puedo afirmar que tener buenos hábitos y una vida más saludable física y mentalmente me hizo más feliz.
Testomonio de una Alumna de athletic.
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