Luego de la suspensión por mal tiempo que se produjo el pasado domingo 07, ayer lunes 08 de febrero pudo concretarse la última noche de Carnaval, aunando las presencias de ambas jornadas, para concretar un momento a puro color y baile.
Con un imponente marco de público, y recuperando al menos algo de la mística que antaño supo envolver estas celebraciones, las Comparsas “Sol Naciente” (Arroyito), “Ará Miverá” (La Curva – El Fuertecito), “Alai” y su batucada (Río Primero) y “Taperiguá” (Montecristo, con más de 100 integrantes) engalanaron una de las principales arterias locales, con la magnificencia de sus vestuarios y los sonidos característicos.
Como es habitual, la música y la fiesta no podían faltar y, en este caso, llegaron de la mano de “La Fórmula”, orquesta proveniente de Venado Tuerto (Santa Fe).
Pero si hablamos de majestuosidad, la frutilla del postre fue potestad de la monumental Comparsa Municipal “Gardelia” y su estelar batucada (compuesta por hombres y mujeres). Sus pequeñas y grandes bailarinas pisaron fuerte exhibiendo los frutos de un trabajo mancomunado, que se lleva adelante con un año de anticipación, para la exhaustiva preparación, de cara a las noches de Carnaval.
Los integrantes de la Comparsa mostraron, luego de su gran actuación, el orgullo que ostentan, a través de las redes sociales: “BAILAR no es un deporte ni un comercio, es un arte. Bailar es ser FELIZ con lo que hacés a diario. No es solo para impresionar, sino también para EXPRESAR. No compitas con nadie, no tienes que llegar a donde otro llegó, solo superar tus propios límites”, manifestó una de las bailarinas, Facebook mediante refiriéndose al inmejorable presente que vive la formación local.
También el público se percibió conforme con lo visto anoche. Los comentarios en las redes sociales coincidieron en hacerle llegar las felicitaciones a los organizadores del evento y también a quienes se desempeñaron en el improvisado corsódromo arroyitense. Algunos hasta calificaron la velada como una “noche brillante”.
Los tiempos cambian y algunas costumbres también; muchas mutan hasta perderse, pero otras son rescatadas del baúl de los recuerdos, y puestas a punto para regresar… como si nunca se hubiese ido.
Texto: Natalia Marchisoney
Fotos: Leandro Patiño Olmos