La Vigilia Pascual registró gran concurrencia de fieles católicos

Padre «Freddy» pronunció la homilía, en la que recordó que “esta es la noche para decirle SÍ a la vida y NO a la muerte”.

En el inicio de la misa solemne el templo permanecía sumido en la oscuridad, tal como la tumba de Cristo antes de su resurrección de entre los muertos. Ese fue el momento propicio para que, en la explanada de la Parroquia, el cura párroco, presbítero Gabriel Camusso, bendijera el fuego nuevo y encendiera el Cirio Pascual, que era sostenido por el misionero redentorista, reverendo Oscar Alfredo Rodríguez, mientras pronunciaba las palabras: «Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega». Luego, los curas y monaguillos iniciaron el camino hacia el altar mientras atizaban las velas de cada uno de los cientos de fieles que colmaban el auditorio.

Cuando llegaron a la parte frontal, se prendieron las luces y dio comienzo la emotiva celebración del Sábado Santo, víspera del más importante de los días del calendario litúrgico: el Domingo de Pascua.

A lo largo de toda la celebración permanecieron al pie del altar, niños, adolescentes y jóvenes que integran el Grupo Pre-Juvenil Adonai, de la Parroquia.

La homilía del sábado 15 de abril estuvo a cargo del padre «Freddy» a quien -sobre el final de la Misa- Gabriel Camusso agradeció su entera predisposición y colaboración durante toda la Semana Santa.

«Debemos buscar a Jesús en el silencio de la oración. Porque en este mundo son muchos los que hablan, se escuchan muchas voces y es necesario escuchar la voz del Señor. Jesús pasó haciendo el bien. A partir de hoy reflexionemos sobre esa bondad: amo porque soy humano, digo la verdad porque soy humano, sé conmoverme por el dolor ajeno porque soy humano. Los cristianos somos personas alegres, con problemas y dolores que llevamos. Somos buenos porque Jesús nos devuelve la bondad y la belleza que su padre puso en nosotros cuando nos creó a su imagen y semejanza. Las peleas y las divisiones nos deshumanizan. Esta es la noche para decirle SÍ a la vida y NO a la muerte. Es la oportunidad a los argentinos para que empecemos a caminar como una patria de hermanos y no de trincheras. Si creemos en Cristo debemos hacer realidad esa oración por la Patria: ‘queremos ser Nación… ‘. Recemos para que los gobernantes comprendan que las guerras no condujeron a nada», expresó el misionero tras la lectura del Evangelio.

Otros de los rituales realizados fueron la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales.

Fotos: El Arroyitense.