Los acusan por una millonaria estafa contra la empresa Arcor

El fiscal José Argüello ordenó siete imputaciones contra un grupo de empleados “infieles” y camioneros.

Una curiosa y compleja maniobra con camiones cargados de maíz, cuya finalidad era estafar por montos millonarios a la firma Arcor, acaba de ser destapada por la Justicia cordobesa.

En las últimas horas, el fiscal de Arroyito, José Argüello, ordenó siete imputaciones contra un grupo de empleados “infieles” y camioneros. De ellos, uno quedó detenido; y otro, con orden de captura, hasta ahora se encuentra prófugo. Se trata de Germán Acevedo (ya detenido) y de Pablo Eduardo Romero (prófugo), quienes están sospechados de liderar una asociación ilícita.

 Al mismo tiempo, está imputados, aunque sin orden de detención, los camioneros Héctor Roque Amaya, Martín Eduardo Bustos, José Eduardo Carnero, César Américo Ludueña y Miguel Ángel Romero. Se los acusa por el presunto delito de partícipes necesarios de asociación ilícita y estafa.

Según la causa, aún en su etapa de instrucción, entre enero de 2016 y julio del año pasado, los acusados se habrían puesto de acuerdo para desarrollar un ardid en el que necesariamente debían participar empleados de la firma de la localidad de Arroyito.

En síntesis, la estafa consistía en dejar registrado el ingreso ficticio de camiones cargados de granos de maíz en la planta de silos de la empresa, cargamentos que en realidad jamás llegaban a ser acopiados por Arcor. Es decir, internamente figuraba que voluminosas cargas de maíz sí habían sido descargadas en los silos que la firma tiene en su planta de calle Carola Pons 125, de Arroyito, algo que jamás ocurría en la práctica.

Para lograr este cometido, siempre de acuerdo con lo que se investiga, fue clave el rol de los imputados Pablo Romero, quien se desempeñaba como perito clasificador de Arcor, y Acevedo, cuya función era el de calador de granos. Ambos eran empleados en relación de dependencia de Arcor y están sindicados de ser los jefes ideológicos de la presunta organización delictiva.

De acuerdo con la investigación, Acevedo recibía por correo electrónico el aviso de que los camiones con maíz iban a ir a descargar. De inmediato, transmitía la información a Romero, quien era el único que tenía acceso a la carga y a la manipulación de datos del sistema informático. Ante esto, simulaban toda la transacción de acuerdo con el circuito oficial de la firma: se introducían datos falsos respecto del calado de los granos, su clasificación y su descarga en la balanza.

Firma falsa

Además, siempre según lo investigado hasta ahora, los acusados habrían falsificado la firma de otro perito clasificador que hasta ahora sería ajeno a esta maniobra delictiva. De esta manera, dejaban asentado en los registros oficiales de la firma toda una descarga de maíz que, en realidad, nunca se hizo.

Luego, Arcor emitía la orden de pago por las supuestas descargas de granos a la firma a la que pertenecían todos los camiones que hoy están sospechados (es una sola empresa), y a los choferes se les libraban los montos por los viajes que jamás se habrían realizado.

Fue la misma empresa la que finalmente radicó la denuncia, tras advertir gruesas anomalías en un balance interno. En ese momento, se destapó esta investigación judicial que, en las últimas horas, derivó en las imputaciones y en los dos pedidos de detención.

La fiscalía presume que el perjuicio total de la estafa ascendería a los dos millones y medio de pesos, puesto que serían al menos 38 los camiones cargados con granos de maíz que se asentaron de manera fraudulenta.

Fuente: lavoz.com.ar

Foto: Google Maps.

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