Los primos que crearon dos pueblos en San Justo

«Los Landra» se ganaron el respeto de los lugareños, por su perseverancia y compromiso con los destinos de su comuna, su presente y su futuro. Pero también, porque fueron protagonistas absolutos del pasado, al punto se ser los mentores de Toro Pujio y Colonia Las Pichanas, torciendo el rumbo de desaparición que seguían otras colonias.Empezaron gobernando para dos o tres familias, hasta que llegó la urbanización.

Eran colonias gringas, como tantas otras del departamento San Justo. Sus colonos se concentraban en la zona rural, pero con el paso del tiempo, la ausencia de infraestructura, servicios e instituciones amenazaba la continuidad de su existencia. Fue así como dos visionarios nativos del lugar propusieron crear una comisión vecinal que años después devino en una administración comunal y por ende, en el nacimiento del pueblo propiamente dicho.

Se trata de Federico «Tito» Landra, que hace 40 años forjó la comuna de Toro Pujio, siendo que su primo, Línder Landra, hizo lo propio en Colonia Las Pichanas, hace 27 años, fundando la comuna más joven del departamento San Justo y la última que recibió ese título en la provincia de Córdoba.

Desde aquel entonces se convirtieron en líderes «históricos» entre los pobladores y cumplirán en 2023 (su último mandato), 31 años de gobierno, en el caso de «Tito», de manera interrumpida.

«Mientras veíamos como otras colonias desaparecían, nosotros quisimos cambiar la historia. La creación de la comuna nos permitió gestionar obras y la llegada de servicios que le dieron vida a un pueblo», expresaron los jefes comunales en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.

Ambos son productores agropecuarios, pero con el tiempo se convirtieron también el referentes políticos de la Unión Cívica Radical (UCR).

 «Nuestro caso fue muy especial, porque nunca tuvimos  oposición y por eso seguimos adelante. Supimos integrar en nuestra lista a dirigentes extrapartidarios y eso nos permitió la continuidad durante tantos años», comentaron «los Landra», aunque se mostraron a favor del «recambio» generacional en la dirigencia política.

 «Ahora sí habrá que buscar y formar otro dirigente joven», manifestaron haciendo alusión a la nueva ley de municipios y comunas  que limita la reelección en el cargo.

«Hicimos un pueblo porque no había caminos, no podíamos salir «

A unos 135 kilómetros de San Francisco y 60 de la ciudad de Arroyito, se encuentra Toro Pujio, el pueblo donde residen unos 322 habitantes, alcanzando los 700 con la zona rural.

«Sólo había dos casas y una sola cuadra; una iglesia y una escuela con un aula y 15 alumnos. Hoy, el pueblo se compone de 12 cuadras y más de 100 viviendas donde residen unos 322 habitantes», precisó «Tito» Landra. 

Landra tiene 72 años pero empezó a escribir la historia de su pueblo allá por el ´78 cuando junto a las pocas familias que residían en el lugar buscaron una estrategia para no desaparecer. Así armaron una comisión vecinal, la cual presidió y 15 años después, se convirtió en comuna. A partir de allí comenzó un arduo trabajo para forjar el pueblo que hoy es, un referente de progreso en la zona.

«Nací en las juventudes agrarias argentinas, de hecho participé de muchas cooperativas eléctricas, tamberas,hasta que resolvimos hacer un pueblo porque no había caminos, no podíamos salir más. Los días de lluvia quedábamos aislados»,comentó el jefe comunal.

«También militaba en el partido radical pero no quería mezclar el tema político con el cooperativo», aclaró.

 «Las comisiones vecinales se convirtieron en comunas a partir de 1992 por ley, con similitudes a los municipios, pero con la diferencia en la cantidad de habitantes. Para ser municipios había que tener 2.000 habitantes», recordó Landra.

 «Comenzamos gobernando para dos o tres familias, hasta que de a poco fuimos logrando la urbanización», destacó.

«Fue algo emocionante, pero a la vez estratégico lograr aquella primera comisión porque de lo contrario, íbamos a desaparecer. De hecho no debe haber muchos casos en el país como el nuestro», sostuvo.

El pavimento para sacar la producción láctea

Landra destacó el apoyo y la comprensión de los vecinos en este proceso de formación del pueblo. «Sin ellos, no hubiese sido posible hacer todo lo que hicimos».

En este sentido, ponderó la llegada del pavimento «que nos cambió la vida. El pavimento nos acerca y eso hace que el pueblo se dé a conocer. Además, es vital para el transporte de la producción láctea, siendo que se trata de una de las cuencas más importantes de la zona, por la que circulan unos 500.000 litros diarios de leche», remarcó.

Transporte y comunicaciones  «retienen» a la gente de campo

Asimismo, el jefe comunal manifestó su orgullo por ser «protagonista de la urbanización y del progreso del pueblo» que hoy cuenta con cuatro escuelas y 203 alumnos, 90 de ellos en el secundario.

El pueblo posee además salas de tres y cuatro años y un sistema de transporte comunal para el cual destinan cinco traffic y tres ómnibus acercando a los docentes y los alumnos del campo a las escuelas.

En materia de comunicaciones, Landra destacó que el pueblo cuenta con una central de telefonía fija para 700 teléfonos y dos antenas para celulares, «algo que no todas las comunas de alrededor tienen».

«Por la estructura de comunicaciones y transporte, la gente se queda en el pueblo, pero también en la zona rural donde estamos mejorando la fibra óptica para Internet. Todas las casas de la zona rural están habitadas», subrayó.

«La gente se acostumbró a que ´Tito´ resuelve todo»

La trayectoria de Landra en la dirigencia política no se limita sólo al cargo comunal sino que también se desempeñó como primer vocal de Vialidad Provincial, elegido por los consorcios camineros en el período 87-88; como subsecretario de Agricultura de la provincia, del 89 al 90, de manera paralela a la gestión comunal.

Del ´93 a 2001 fue senador por el departamento San Justo, período en el que se desvinculó de la comuna, a la cual regresa en 2007 y hasta la actualidad conduce la administración comunal.

«Nunca tuvimos oposición, aunque soy un convencido de que debe haber alternancia política», remarcó.

Y expresó que «hay que volver a los orígenes, no quedarse ´enganchado´ al cargo y al puesto».  Aseveró que «este año ya quería alejarme, pero no me dejaron ir, me eligieron por unanimidad en el pueblo».

No obstante, teniendo en cuenta que no podrá volver a ser candidato en 2023 «deberá aparecer un nuevo líder. Dependerá del pueblo encontrar a la gente necesaria siendo que Toro Pujio ha crecido mucho y la forma de gobernar es diferentes de aquellas primera comisión vecinal».

Como legado, Landra contó que «ya estoy inculcando que quien tome este trabajo, debe dedicarle mucho tiempo. Tenemos mucha obra pública porque gestionamos, mi fuerte es la gestión».

En cuanto a su rol como jefe comunal, Landra manifestó que «viajo entre una y dos veces por semana a Córdoba y una vez al mes, a Buenos Aires. Termino mi tarea diaria cerca de las dos de la tarde en la comuna, ya que en estos pueblos chicos el intendente es el responsable de todo y te golpean la puerta a cualquier hora para resolver cualquier situación».

De todas maneras, sostuvo que «el político debe ser así, estar siempre al servicio de la comunidad. La gente se acostumbró a que ´Tito´ resuelve todo».

«El político no puede ni debe cambiar.No hay que olvidar los orígenes, de donde venís, cómo fuiste y lo que fuiste», concluyó.

Las Pichanas: «Veía que otras colonias se morían y quería dar vuelta la historia»

Unos 700 habitantes entre zona urbana y rural residen en Colonia Las Pichanas, el pueblo ubicado sobre Ruta Nacional 158, a 30 kilómetros al norte de Arroyito. La comuna lleva del ADN de Línder Landra, otro conductor «histórico», que se destaca por el trabajo, la fuerza y el empuje que fueron la base para construir hace 27 años un pueblo «modelo» en la zona.

«Era una colonia gringa como tantas otras del departamento. No había más que un salón de fiestas y una escuela con ocho alumnos y un consorcio caminero. Todos habitaban la zona rural», contó Landra, el jefe comunal de 61 años que en 2023 cumplirá 31 permanentes en el poder.

«Yo veía que otras colonias se morían y quería dar vuelta la historia. Con una institución como la comuna, se puede empezar a gestionar», aseveró.

«De a poco y sin experiencia, armamos un equipo de trabajo y empezamos a urbanizar, al punto tal que hoy viven unas 50 familias en el pueblo, cerca de 300 habitantes», destacó.

«Imitar» a su primo

Landra nació en la zona rural, a tres kilómetros de Colonia Las Pichanas. «Mi papá era el menor de 12 hermanos y tenía una sociedad con mi tío- el padre de ´Tito´- que años después se disolvió y ellos se fueron a vivir a Toro Pujio».

Sobre las particularidades que comparten en materia de gestión con su primo, Línder Landra dijo que «en aquel entonces yo veía del desarrollo de Toro Pujio, que tenía menos que Las Pichanas y sin embargo, logró su objetivo. No quise perder tiempo, por lo que en el ´89 empezamos a trabajar con la comisión de fomento del lugar en busca de crear la comuna, que se logró tres años después».

«Asumí con 35 años pero empecé las gestiones tres años antes. En ese momento ni siquiera era afiliado partidario de la UCR, por ignorancia, no sabía ni cómo eran esas cosas».

 «Cumplí con 26 años como jefe comunal más uno como interventor, siendo que recién en 1992, cuando cambió la legislación y se normalizaron las comunas a la par de los municipios, armamos una lista y fuimos a elecciones», puntualizó.

Pasó del octavo al  primer presupuesto comunal del departamento

Línder – sin ánimos de comparación- reconoció que «si bien Toro Pujio comenzó mucho tiempo antes con la idea de crear la comuna, ´Tito´ perdió continuidad durante algunos años, lo que nos permitió avanzar y en cierta manera ´acercarnos´ al progreso de ese pueblo».

Entre sus últimos logros, Landra manifestó su orgullo por pasar «de ser el octavo presupuesto, al primero de las comunas de San Justo».

«Somos la localidad número 427 de Córdoba, la comuna más joven y la última que se creó en la provincia. Esto demuestra de dónde nacimos y dónde estamos hoy», remarcó.

Comentó que «acabamos de tener una gestión muy importante bajando de la Nación 6.100.000 pesos para comprar un tractor y una motoniveladora nueva. Se trata de un monto de gestión similar al que manejan los grandes municipios».

«Hemos trabajado mucho para inculcar el localismo a los jóvenes»

El éxodo rural y la emigración de jóvenes hacia otras localidades en busca de oportunidades laborales, no han sido limitantes para que el pueblo mantenga a sus residentes y crezca en servicios. «Hemos trabajado mucho en valorar y recuperar la idea del localismo en los jóvenes, creando las instituciones y los espacios para que a futuro puedan quedarse a trabajar en su pueblo», dijo.

En lo que hace a los logros históricos, Landra recordó que en 1996 Las Pichanas puso a disposición de los alumnos el primer transporte escolar gratuito, que hoy asciende a siete traffic que recorren 500 kilómetros diarios para llevar a los alumnos y docentes a los distintos establecimientos educativos del pueblo y la zona rural, iniciativa que luego se replica en Toro Pujio.

También recalcó que «desde hace seis años tenemos jardín de tres, uno de los diez primeros de la provincia, y jornada ampliada».

Como el pueblo no cuenta con una entidad bancaria, incorporaron el servicio de pago electrónico en la comuna, evitando que los vecinos tengan que viajar a otros pueblos para pagar sus servicios, así como también la carga de crédito para sus celulares.

«Estas son las cosas que hacen que le dan identidad al pueblo y hacen que la gente se quede, ya que lo que no encuentran en su lugar lo van a ir a buscar a otro lado», dijo.

Nunca cobró sueldo

Landra vive de su actividad privada (la producción agropecuaria) por lo que desde hace 27 años dona su sueldo para realizar obras para la comunidad. «Nunca cobré el sueldo, siempre lo doné porque consideré yo vivo de mi actividad privada. En esto estoy el tiempo que puedo y lo hago de manera gratuita».

Al respecto, el radical aseguró que «si hay otro que lo pueda hacer full- time, tiene mi apoyo y acompañamiento» aunque reconoció que «nunca tuvimos oposición sino que supimos ponernos de acuerdo con dirigentes extrapartidarios y formar una sola lista. Esto ha sido clave para mantener la administración comunal durante todos estos años, lo cual no se da en muchos casos».

«Mientras yo estuviera al frente, no iba a tener competencia siendo que en mis listas también hubo justicialistas y eran mis vecinos», acotó.

Preparar a las nuevas generaciones

Línder coincidió con su primo «Tito» en que «hay que dejar espacio para el recambio político», por lo que el mismo venía preparando a un joven para reemplazarlo en su cargo, pero «lamentablemente se retiró de la zona».

«No hay muchos que quieran hacerlo pero sí quienes pueden», dijo Landra y adelantó que luego de cumplir su último mandato en 2023, se desvinculará de la comuna y sólo actuará como «mentor» o consejero de su sucesor.

Cuna del cuarteto 

 En Colonia Las Pichanas se produjo el big bang del cuarteto, un 4 de julio de 1943, cuando en un salón se bailó por primera vez el ritmo popular.

Allí, los integrantes de La Leo debutaron en vivo tocando el novedoso ritmo que nacía con tonada cordobesa para transformarse en un fenómeno cultural de masas.

La orquesta se presentó en este pequeño poblado, al norte de Arroyito, y luego recorrió diferentes localidades de las provincias de Córdoba y Santa Fe mostrando su música.

Piano, contrabajo, acordeón y violín, fue todo lo que «La Leo» necesitó para dar inicio al folclore cordobés. El cuarteto característico estaba formado por el creador Augusto Marzano en contrabajo, Luis Cabero en violín, Miguel Gelfo en acordeón y Leonor Marzano, hija de Augusto, en piano.

Fuente: La Voz de San Justo Por Vanina Panero 

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