En la charla estuvieron presentes tres miembros del Frente de Músicos Autoconvocados de Córdoba.
Se llevó a cabo una prolongada charla-debate sobre la problemática de los músicos de nuestra localidad, con la presencia de José Landín, Edgardo Medina y Lucas García, miembros del Frente de Músicos Autoconvocados (Fremac), que se originó a fines de 2016 en la ciudad de Córdoba. El encuentro fue el sábado desde las 21:00 horas en el bar La Casona, de calle Belgrano.
Si bien la convocatoria vía Facebook no hacía distinciones de estilos, participaron integrantes y exintegrantes de varias bandas arroyitenses de rock: Standard Electrics, The Volvos, Lisergia, Los Motivos del Lobo, A Punto y Ele. También estuvo Julián Rey, tecladista actual de la banda de Juanjo Ceccón (recientemente nominado a los Premios Gardel), quien no pudo decir presente pero envió un mensaje de apoyo. Y el grupo Jardín Primitivo, de El Tío, estuvo representado por el baterista Alejandro Kieffer.
Según explicó a El Arroyitense «Lepo», cantante de Standard Electrics y creador del evento, uno de los disparadores de esta reunión fue, en principio, la imposibilidad de tocar en La Casona, ya que por exigencias municipales, los propietarios se vieron obligados a no incluir música en vivo desde hace unos meses. Los músicos sienten que el bar tiene una impronta distinta a otros, al permitir que las bandas tocaran temas propios. «En otros lugares -más enfocados en la gastronomía o en la vida nocturna que en las expresiones artísticas-, te exigen covers o que hagás determinados estilos. De todas formas no me quejo de las decisiones de los dueños de esos locales, sino de que no existan otras opciones», manifestó el organizador, que también enumeró otra razón para la generación de esta reunión: «Cuando Juanjo Ceccón volvió de los Premios Gardel y recibió su reconocimiento en el Concejo Deliberante, pidió ante todos los políticos y la prensa, que se le den más posibilidades a los músicos locales. Nosotros tenemos que acoplarnos a esa idea y unirnos para que no sea un solo artista aislado el que hace ese pedido».
Juanjo Ceccón pidió que se le den más posibilidades a los músicos locales. Tenemos que unirnos para que no sea un solo artista aislado el que hace ese pedido» – Lepo (organizador).
José Landín, que toca en cuatro bandas de Córdoba, abrió la charla describiendo al Fremac como una alianza de trabajadores que buscaban «correr el eje y subir la vara general de nuestro sector. Estoy más que dispuesto a estos espacios de intercambio y de organización. Lo único que nos puede salvar es organizarnos sectorialmente y ser reconocidos como trabajadores. Estos procesos son súper necesarios».
A continuación Wilson Ferreyra, de Los Motivos del Lobo, expresó que en Arroyito «la problemática básica es la falta de espacios. Nos encontramos con que hay un montón de bandas, un montón de proyectos, horas de ensayo, inversión en equipos, pero no te dan los espacios, no te los ceden y a veces te ponen condiciones absurdas».
«Hoy el lugar que representa al chico que quiere hacer rock en Arroyito, es La Casona», afirmó Marcos Ciancia, excantante de Ele, una banda de fines de los ’90. Patricio Dell’Erba, guitarrista y dueño del bar, dijo que pidió una audiencia al municipio para resolver la situación de su local y aún está esperando respuestas. Sin embargo, considera que la unión de músicos no debe ser para representar a su bar, sino para apuntar a algo más grande. «Debemos apoyar a La Casona pero también lograr un lugar público», consideró Lepo.
«En Córdoba veía que todo lo que era organizado por el estado era de folclore, tango y cualquier cosa, menos rock. Los CPC (Centros de Participación Comunal de la Municipalidad de Córdoba) tienen auditorios, pero te dicen que toqués un martes a la mañana. Con el Fremac ya conseguimos tres lugares públicos. Hace poco conseguimos ganar un concurso de festivales culturales que hace la municipalidad», contó Edgardo Medina, refiriéndose a lo importante que es la unión entre colegas para lograr una meta. «Tienen que apuntar a objetivos a largo plazo, pero mientras tanto hacer que La Casona funcione. También estaría bueno que haya recitales en colegios«, sugirió.
«Vivo en Córdoba, trabajo como técnico de bandas allá, en la movida del folclore y con el sello Discos del Bosque, al que le va muy bien y allá es más difícil. Acá somos 20 personas que nos conocemos hace 10 años. Por un lado nos falta autocrítica. Esta es la primera vez que nos juntamos y decimos ‘hay un problema'», dijo Julián Rey. «Nunca pasó que haya una reunión con intereses bien determinados», coincidió Alejandro Kieffer, y agregó: «Necesitamos que se fomente la música; no solamente que no haya trabas para tocar».
Ante la falta de oportunidades en la localidad, el día posterior a la charla, tres de las bandas arroyitenses viajaron juntas a tocar al bar Tresco de la capital provincial, y lograron una muy buena convocatoria, un domingo a la tarde y con temperaturas bajísimas. El festival, denominado «3576», se repetiría en octubre.
Ya está disponible un grupo privado de Facebook para que soliciten adherirse los interesados en formar parte de Músicos Unidos de Arroyito. También se elaborará un padrón de operadores y estudiantes de sonido de la ciudad y la zona, para que trabajen en los futuros eventos de la unión.
Por su parte, el Fremac ya tiene dos actividades confirmadas: el jueves 27 de julio, una clínica de afinación destinada a bateristas, sonidistas, técnicos de grabación y músicos en general; y el sábado 12 de agosto, la quinta edición del Festival Insurrección, que presentará en el auditorio del Centro Cultural Alta Córdoba (Jerónimo Luis de Cabrera esquina Rodríguez Peña
Foto: Revista Volátil.