Una visión distinta sobre la multinacional con sello arroyitense, que ya genera polémica en estas dulces tierras.
¿PODRÁ LUIS PAGANI RESCATAR A ARCOR? (EMPRESA ESTANCADA Y EN CUADRANTE POCO SALUDABLE)
Sin emitir ningún comunicado a la prensa (sí, por obligación, a la Comisión Nacional de Valores), Arcor decidió este mes nombrar a Luis Pagani como Director General (CEO), además de presidente.
No es un dato menor: Arcor tiene su facturación estancada hace tres años en torno a los US$ 3.000 M, su plan de disminuir su dependencia del mercado doméstico en Argentina marcha más lento de lo esperado y -quizás lo más preocupante- la gran mayoría de sus productos está en el cuadrante «poco saludable» que la OMS establece para los alimentos que aportan demasiada azúcar y sal en relación a sus nutrientes.
¿Deberían los productos de Arcor pagar impuestos adicionales? Para la Organización Mundial de la Salud, sí.
Es que el ente de las Naciones Unidas que brega contra la epidemia de obesidad se está cansando de la inacción y las palabras vacías de la industria de la alimentación.
Aunque no puede sostener abiertamente que golosinas, snacks y la gran mayoría de los productos de Arcor (entre otras empresas del sector) son «no saludables» (de hecho en mínimas proporciones son inocuos), la OMS avanza en un formato de cuadrante donde coloca estos alimentos como «poco saludables».
«Una persona puede tomar un vaso de vino por día sin problemas, pero un alcohólico no, ¿verdad? Bueno, de la misma forma una sociedad con crecientes niveles de obesidad debería mantenerse alejada de estos alimentos», explica un médico especialista en nutrición que pide involucrar a la industria en las políticas públicas.
Esto es -quizás- el problema más estratégico que deberá afrontar ahora Luis Pagani, accionista, presidente y nuevamente CEO de la multinacional nacida en Arroyito y con sede central en Buenos Aires.
Aunque para muchos Arcor es un paradigma entre las empresas argentinas (por su expansión internacional y su integración vertical), la estrategia de la compañía es muy poco clara frente al creciente problema de la malnutrición y obesidad (sí, se combinan) de crecientes sectores de la población.
¿Y qué dice Pagani?
En ese marco de cosas, la lectura de Luis Pagani no parece ser la más lúcida: “El problema no es el azúcar sino la actividad física que hacen los chicos”, dijo en una charla reciente en la Universidad Torcuato Di Tella.
La afirmación es tan válida como decir que en el déficit fiscal el problema no es que haya muchos gastos sino pocos ingresos. Una verdad a medias o una media mentira.
Tan es así que muchas multinacionales -alineándose con los pedidos de la OMS- retiraron sus publicidad de snacks y alimentos poco saludables de los programas y canales infantiles. Muy por el contrario, Arcor reforzó allí su pauta y aprovecha el vacío de competidores.
«Siempre es mejor autoregularse que te regulen de prepo», dicen desde una empresa colega de Arcor, pero con toma de decisión en el primer mundo. «Ofrecer figuritas y regalos junto con galletitas para seducir la compra impulsiva de los niños es mojarle la oreja a las autoridades», analiza esta fuente en relación a la publicidad de Formis, un producto de Arcor.
Las voces más radicales del mundo ya postulan que las empresas de la alimentación serán «las tabacaleras del siglo XXI», por su creciente conflictividad con los programas de salud pública.
La cartera de productos de Arcor está definida por la propia empresa como «golosinas, chocolates, helados, alimentos y galletas». De hecho su mayor satisfacción es promocionarse como «el primer productor mundial de caramelos».
Si en su cartera de productos hay un problema de fondo, en la coyuntura argentina hay otros no menores. El propio Pagani dijo que “2016 y 2017 serán de ajuste. Para enfrentarlos vamos a innovar, algo que está en nuestro ADN».
Los desafíos de Pagani son enormes. El hijo mayor de Fulvio Pagani deberá mostrar que está a la altura del momento.
Fuente: Nota y foto publicadas en InfoNegocios.